Claves para mejorar la industria turística en Gran Canaria

Comienza la temporada alta para la industria del turismo en Canarias y, con ella, se recrudecen los análisis exhaustivos en torno a las ocupaciones de los establecimientos.
No es esta, sin embargo, una práctica aconsejable. Es cierto que Canarias atraviesa desde hace unos tres años una época de bonanza turística con récords de visitantes extranjeros en el 2011, 2013 y en el presente ejercicio. Sin embargo, debemos ser conscientes de que estos buenos datos se deben en buena medida a la inestabilidad de diversos destinos rivales, fundamentalmente Egipto.
No debemos basar en nuestros factores naturales como el clima o la ausencia de conflictos como los que se pueden dar en regiones competidoras. Si Canarias pretende lograr una industria turística sostenible y que mantenga y genere empleo deberá trabajar sobre la calidad, para así hacernos más competitivos y poder generar más precio.
“Debemos trabajar por mejorar producciones”, asegura el consejero delegado del grupo Mur Hoteles, Mario Romero Mur. “Es preferible renunciar a altas ocupaciones y trabajar por conseguir mayor valor añadido y mejores producciones, de ésta manera la atención al cliente mejora y la fidelización será mayor. Canarias nunca podrá competir en precios con otros destinos como Egipto, eso hay que asumirlo”.
Los datos apoyan esta argumentación. En Gran Canaria, retrocedieron en octubre de este año con respecto al mismo mes de 2013 tanto la tarifa media por habitación mensual (ADR) como los ingresos por habitación disponible y los ingresos totales de las habitaciones de 1,2 y 3 estrellas (-0,3%, -4,1% y -4,3%, respectivamente).
En cambio, las habitaciones de cuatro y cinco estrellas han trazado el camino contrario y estos mismos conceptos repuntaron un 8,8%, un 10,8% y un 12,6%, con respecto a octubre del año pasado. No conviene olvidar, además, que la tarifa media aplicada a una habitación de cinco estrellas (160,9€) es tres veces superior a la de una habitación de tres estrellas (53,4€) y más del doble que la de cuatro estrellas (que con 75€ es, a su vez, un 40% superior a la del resto de categorías inferiores).
Así las cosas, la mirada ha de alejarse de los índices de ocupación y pensar formas de lograr más precio por nuestros servicios La primera medida, la más obvia, pasa por que el Gobierno de Canarias permita de nuevo que se produzcan inversiones en Gran Canaria y se pueda aumentar así la insuficiente oferta alojativa de más categoría, lo cual, además, tendrá el efecto de aumentar la competencia y obligar a los propietarios de establecimientos obsoletos a renovarse si no quieren quedar fuera de mercado.
Pero aquí no puede quedar la cosa: debe de haber la libertad administrativa suficiente para lograr desarrollar los llamados conceptos vacacionales, una de las carencias del archipiélago, según han apuntado informes recientes. Se ha confiado demasiado en el sol y la playa, que ha quedado parcialmente desfasado por ofertas de otros destinos como el de la Riviera Turca. Una de las fórmulas posibles, en este sentido, la especialización hotelera. Los nichos son muchos millenials, seniors, turismo islámico o, incluso, solo mujeres. La especialización aumenta los niveles de satisfacción de los clientes y disminuye la competencia y, por lo tanto, permite incrementar las rentabilidades, como apunta Romero Mur. Una de las principales corrientes es la de hoteles para adultos, que permiten altos niveles de especialización en las ofertas. Este concepto, de amplio calado en países europeos como Alemania o en Escandinavia, comienza a penetrar en Canarias.
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