¿Una moratoria encubierta para Canarias?

El Gobierno canario pretende introducir unos parámetros de de calidad que deberán acordarse vía reglamentaria y que, en su opinión, deberán aportar más competitividad al sector”. El consejero de Obras Públicas y Transportes, Domingo Berriel, incluso ha asegurado en medios de comunicación que en lo que respecta a esta modificación hay “sintonía con los empresarios de Gran Canaria”.
Cabe celebrar que el Gobierno canario se haya replanteado que la moratoria que entró en vigor en mayo del año pasado denunciada en innumerables ocasiones por el CÍRCULO DE EMPRESARIOS DE GRAN CANARIA y que ha demostrado haber fracasado en los objetivos que se planteó, como pone de manifiesto el informe elaborado por el economista Antonio Garzón (enlace) y concluye que en este año, se han dado de baja 1.400 camas (8.768 en el último lustro), con una mínima aportación de la rehabilitación y una nula incidencia en el empleo.Y eso, a pesar de lo que asegura Berriel en la entrevista, admitiendo que la “rehabilitación no es tan espectacular pero sí hay mucha mano de obra vinculada a ella”. Algo incierto: la renovación garantiza la estabilidad de los puestos de trabajo existentes, pero nada más. Apenas crea empleos netos nuevos, según el informe, que difiere diametralmente del del Gobierno, según apunta Garzón.
El Gobierno, sin embargo, mantiene su empecinamiento en tratar de imponer sus normas a las necesidades de la demanda, alejando la oferta turística de Gran Canaria de lo que reclaman visitantes y turoperadores. Y ante eso difícilmente podrá haber sintonía total. Porque el empresario hotelero se juega su dinero, por lo que a él le debe corresponder poder urbanizar en suelo urbanizable con el producto que crea que demandan los turistas, no el que demandan los políticos, que no tienen experiencia ni en inversiones ni gestión de negocios, y que gracias a la proliferación de leyes y normas acumulan un poder exagerado y perjudicial para la creación de puestos de trabajo.
“Niego radicalmente el derecho de cualquier político a inmiscuirse en las tendencias del mercado”, aseguró recientemente en este sentido el presidente del grupo Domingo Alonso y miembro del CÍRCULO DE EMPRESARIOS DE GRAN CANARIA, Sergio Alonso. “No existe derecho alguno que justifique interferencias más allá de los limites urbanísticos o de confort acorde con la categoría del establecimiento”.
“La demanda fijará la calidad; y la competitividad, el número de empleados”, completa por su parte el presidente del grupo Satocan, Juan Miguel Sanjuán. “Que reconozcan que no han servido para nada tantas normas, leyes y ordenanzas. Y que no sigan por ese camino”.
La revisión de la ley no debe fijar la construcción de hoteles temáticos o cualwuier otra idea, sino permitir una adaptación a lo que los clientes demandan en cada momento, a salvo de rigideces, y proporcionando un marco objetivo, transparente y en igualdad de oportunidades.
Esperamos a conocer el desarrollo de la reglamentación para asegurar que la arbitrariedad y discrecionalidad en la concesión de licencias deja de ser moneda común. Porque podemos estar asistiendo al paso de una moratoria a una moratoria encubierta, en la cual no se prohiben hoteles de cuatro estrellas, sino que, simplemente, se propone una nueva regulación con oscuros criterios de calidad que hagan inviable cualquier inversión empresarial.
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