Gesplan, freno al sector privado de Canarias

El actual Gobierno de Canarias se empeña en repetir una y otra vez como una letanía que su principal interés es la creación de empleo en una Comunidad que soporta la segunda tasa de paro más alta de España. La realidad, sin embargo, es radicalmente distinta. Su acción de Gobierno estos últimos ocho años se ha basado en frenar la competencia o, incluso, cercenar cualquier tipo de actividad o proyecto en territorio canario.
Ejemplo de ello lo ofrece Gesplan, una empresa pública que bajo los auspicios del Gobierno de Canarias acapara actualmente toda actuación en el territorio, cualquier plan de modernización, aniquilando a cualquier empresa privada que con su trabajo pretendiese crear empleo y contribuir al desarrollo de Canarias.
Empecemos por el principio. Esta empresa fue creada en 1991 con el objetivo dar servicios de planificación y gestión del territorio. Gesplan ha permitido liberar proyectos de la burocracia y ha sido de ayuda para muchos empresarios turísticos. El sector en el que operaba se desarrolló con éxito mientras la economía creció. Todo cambió con la crisis: con el fin de la construcción llegó el fin para muchas cuentas de resultados. Desde entonces, Gesplan ha acaparado el poco trabajo existente. Sobre todo en la provincia de Las Palmas, donde no solo copa proyectos, sino que apenas subcontrata trabajos (solo uno de un total de 16 planes se reparten entre empresas de Las Palmas, provincia en la que trabajan dos de Santa Cruz de Tenerife).
“Europa es lo que es por la libre competencia”, ha asegurado AINCO en una nota de prensa emitida recientemente. “Planificar o intervenir en nuestro territorio a través del estrecho filtro de una empresa pública cercena el derecho de cualquier profesional canario que aspira a contribuir a la mejora de la forma de vivir de nuestros ciudadanos a través de sus ideas y de sus conocimientos”.
Y aquí, según la patronal, una empresa pública acapara el trabajo que podrían llevar a cabo numerosos empresarios y profesionales. Es decir, el Gobierno de Canarias impone la uniformidad y la mediocridad y condena a las islas actuando como freno a la evolución y al desarrollo.
Se equivoca el Gobierno con esta estrechez de miras: nuestra competencia está por todas partes, y Canarias necesita el concurso de todos para ser el mejor destino de gasto turístico e inversiones de todo tipo. Se equivoca el Gobierno imponiendo a través de Gesplan la uniformidad y la mediocridad.
AINCO señala los Planes de Modernización de la Industria Turística impuestos por la moratoria como el “colmo del disparate” (un “fiasco” en términos de economía de costes, plazos, resultados y activación de las inversiones).Esta moratoria impone que toda actuación se limite a la rehabilitación mediante un plan de actuación. Y así, el Gobierno “actúa para que Gesplan lleve a cabo estos Planes de Modernización. “Todos”, afirma AINCO, negando la pluralidad, la riqueza creativa. “No tiene el empresario derecho a escoger de forma libre consejero para modernizarse, ni el profesional derecho a poner a contribución sus ideas con libertad para que prospere la mejor.
Una empresa pública se ha convertido en el árbitro de las decisiones de innovación turística y transformación territorial. Lo más lejano a una economía de mercado que cabe imaginar.
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