Gonzalo Melián: “La reforma de la moratoria propuesta por el Gobierno es igual de nefasta”


Posted on enero 25th, by circulan@ in Economía, Entrevistas. No Comments

Gonzalo Melián: “La reforma de la moratoria propuesta por el Gobierno es igual de nefasta”

Usted ha comentado en algún artículo de opinión que el futuro de Canarias ha de pasar por convertirse, o al menos una de sus islas, en lo que llama una Startup City libre. ¿Podría explicar en qué consiste?

Canarias se ha caracterizado siempre por su capacidad para la creación de riqueza, gracias principalmente a su localización estratégica y al gran espíritu emprendedor de los canarios. Sin embargo, en la actualidad tenemos más de un 30% de paro como consecuencia de unas políticas hiperintervencionistas y un infierno fiscal que tienen totalmente secuestrada nuestra economía.

La idea de una Start City Libre o una LEAP City (Legal, Economic, Administrative, Political jurisdictions) podría ser una solución. Esta idea surge en torno la Universidad Francisco Marroquín de Guatemala y consiste en promover una ciudad con mínima regulación e impuestos bajos en algún lugar de Centro o Suramérica con el fin de poder sacar de la pobreza al mayor número de personas posibles. La idea no es otra que la de crear las condiciones legales y de seguridad para atraer nuevos empresarios o inversores que creen riqueza y una importante cantidad de puestos de trabajo. Realmente las LEAP City, como las llama el exconsejero de Ronald Reagan, Mark Klugmann, no son ningún experimento nuevo. Tenemos varios ejemplos de éxito en el mundo, Singapur y Hong Kong son los dos más exitosos. En tan solo cinco décadas Singapur ha pasado de una renta per cápita de poco más de 400 dólares a más de 56.000.

Canarias ya es una SEZ, una zona especial económica, y tiene unas condiciones únicas. Por eso, no sería complicado crear una LEAP City. No hace falta que sea una isla o todo el archipiélago, con que sea una pequeña área de terreno que albergue una de nuestras ciudades existentes sería suficiente. Sin duda, si utilizáramos alguna de nuestras ciudades principales tendríamos mucho tiempo ganado por las infraestructuras existentes, sobretodo las portuarias. Si hiciéramos algo así, nuestro archipiélago sería uno de los lugares más prósperos del planeta.

Además, tenemos herramientas fabulosas como el REF para conseguir algo así en nuestras islas, tal como expusieron hace unos días el economista José Ramón Arévalo y el periodista Antonio Salazar en la presentación de su libro “Cómo hacer de Canarias un caso de éxito. Hacia un REF de mayor libertad económica y seguridad jurídica” que presentó Agustín Manrique de Lara en Gran Canaria. [Agustín Manrique de Lara es el presidente de la Confederación Canaria de Empresarios y miembro del CÍRCULO DE EMPRESARIOS DE GRAN CANARIA].

¿Comparte, por lo tanto, la idea de que Canarias sea uno de los territorios con mayores trabas administrativas en todo el Estado? ¿Cuáles son las consecuencias de esta situación para las islas?

Por supuesto. Existe una hiperregulación que tienen paralizados importantes proyectos empresariales que generarían empleo y riqueza con legislaciones urbanísticas y una infinidad de trabas burocráticas; una presión fiscal insoportable que impide el ahorro, la capitalización y que el capital humano venga; un gasto público desorbitado que principalmente sirve para mantener empresas públicas improductivas que son auténticas fábricas de destrucción de riqueza; y unos subsidios que descoordinan por completo la inversión. Todo esto impide que tanto las empresas existentes como las que se imposibilitan crear puedan generar riqueza y empleo. ¿Las consecuencias? Destrucción de riqueza, economía sumergida, corrupción y desempleo.

El Gobierno acaba de anunciar la reforma de la moratoria turística. ¿Qué opinión le merecía la anterior ley turística? ¿Qué les parecen las nuevas propuestas?

Es asombroso que en pleno siglo XXI puedan existir este tipo moratorias y más increíble aún que existan en territorios donde el turismo representa una importante parte de la economía. Tú esto vas y lo explicas en cualquier lugar del mundo donde el turismo es exitoso y no se lo creen. La moratoria es a Canarias lo que la cartilla de razonamiento alimenticio es a Cuba. No deberían de reformarla, deberían de eliminarla por completo.

¿La anterior ley turística? Entiendo que se refiere a la que ha aprobado el Gobierno actual y que ahora van a reformar ¿no?

Sí. 

Una auténtica vergüenza. Es inconcebible que un Gobierno y un parlamento autonómico formado por políticos, muchos de ellos burócratas, que no tienen idea de cómo funciona el sector y que no han abierto un negocio o creado una empresa en su vida se pongan a decirles a quienes sí saben hacerlo cómo tienen que hacer las cosas. Esta ley atenta contra la propiedad y la libertad de los canarios a decidir qué tipo de oferta turística es la que nos beneficia. Además, insulta a los turistas, pues les dice que no saben elegir qué tipo de hoteles les conviene, y trata a nuestros empresarios como tontos que tienen que ser guiados por quienes han demostrado ineficiencia.

Las reformas ahora propuestas son igual de nefastas. ¿Qué es eso de que los burócratas y el Gobierno van a decidir ahora si un hotel de 4 estrellas se puede realizar o no en función de unos índices de calidad que evaluarán ellos? Si me apuran es casi peor que la anterior, pues ahora queda el poder hacer un hotel de estas características en la discrecionalidad absoluta y, sin duda, se incentiva que aparezcan nuevos casos de corrupción. Además, es un insulto a nuestros empresarios. Los hoteles de 4 estrellas de nuestras islas son extraordinarios no porque una ley lo pida, sino porque o los hacemos así o el turista no vuelve.

En conclusión, la ley aprobada fue un dislate, las propuestas de reforma un desatino y lo que habría que hacer es derogarla en su totalidad.

¿Cómo calificaría la acción de Gobierno del Ejecutivo canario, ahora que acaba la legislatura?

Siendo políticamente correcto creo que podría decir que ha sido el peor Gobierno de nuestra democracia y el que más ha atentado contra nuestras libertades. Ha decidido entorpecer nuestra principal fuente de ingresos, el turismo, con leyes como la de Renovación y Modernización Turística que hemos comentado; ha incrementado brutalmente todos los impuestos, creando nuevos, subiendo otros y restableciendo algunos tan vergonzosos como el de sucesiones; ha utilizado los recursos públicos para su propaganda a través de una vergonzosa televisión pública que debería estar cerrada; y, para colmo, ha hecho campaña contra la posibilidad de que en Canarias se pudieran buscar nuevas fuentes de riqueza, algo así no se ve ni en las democracias más populistas de Latinoamérica. Le engañaría si no le dijera que en muchas ocasiones he sentido vergüenza ajena al oír al presidente de Canarias y algunos de sus consejeros.

Como director de un centro educativo privado, ¿está ayudando la Universidad en la tarea de mejorar la economía y reducir el desempleo?

La formación juega un papel fundamental para nuestro desarrollo económico. El papel de las empresas educativas de educación superior o universidades es el de formar a personas para que se puedan incorporar al mercado como empresarios o trabajadores y de esta forma poder cooperar de la mejor manera posible con la sociedad creando riqueza y bienestar.

Para que esto suceda es fundamental que la oferta educativa sea flexible y que las universidades estén continuamente buscando cuáles son las necesidades formativas que se demandan por el mercado. Sin embargo, algo tan elemental no es posible en nuestro país debido a la planificación central de la educación superior. Son los políticos y burócratas los que controlan la oferta educativa, lo que hace prácticamente imposible adaptar los programas a las necesidades que exige la sociedad. Además, los órganos reguladores se empeñan en promover programas generalistas que nada tienen que ver con las necesidades de la sociedad e inundan el mercado de personas con la misma formación condenándolas al paro. Desgraciadamente, nuestras universidades, especialmente las públicas, se han convertido en fábricas de parados por la falta de libertad en el mercado educativo.

Es fundamental que esta libertad llegue pronto, pues en los países desarrollados, donde sí existe, se están realizando reformas, tanto de contenidos como de metodología, que están revolucionando la educación superior y en nuestro país seguimos anclados en modelos educativos del siglo XIX.

Usted forma parte además del Instituto Juan de Mariana, uno de los principales centros de estudios liberales del país. ¿Cuál es la situación del liberalismo en España?

Se suele decir que los liberales hace unas pocas décadas cabían en un taxi. Sin embargo, ahora son cada vez más las personas en nuestro país que creen que la cooperación pacífica a través del libre comercio es buena y la coacción mala, que la propiedad privada debe ser respetada y no atacada, que debe haber libre circulación de personas, capitales y bienes, que se debe limitar al máximo el poder coactivo del Estado sobre los ciudadanos, que la paz y la libertad son esenciales para el progreso, que la igualdad ante la ley es un principio fundamental y esta no debe otorgar privilegios a unos a costa de otros y que el Gobierno debe ser el mínimo necesario para defender el derecho a la vida y a la propiedad privada y el cumplimiento de los contratos.

Cada vez son más los defensores de la libertad en nuestro país, en parte, gracias al Instituto Juan de Mariana, que creó el actual rector de la Universidad Francisco Marroquín, el grancanario Gabriel Calzada, junto con un grupo de amantes de la libertad, hace diez años. Además, en España tenemos auténticos campeones de la libertad que han sido claves para el crecimiento de estas ideas, como podrían ser los profesores Jesús Huerta de Soto, Carlos Rodríguez Braun, Miguel Anxo Bastos o el actual presidente de la Mont Pelerin Society, Pedro Schwartz.

En Canarias, también son cada vez más las personas que defienden estos principios y justo esta semana se anunciará la creación del Instituto Atlántico de Estudios Económicos y Sociales, una organización privada sin ánimo de lucro que tiene como objetivo convertirse en un punto de referencia en el debate de las ideas y de las políticas públicas en Canarias con la vista puesta en una sociedad libre en la que los individuos que la componen disfruten del menor grado posible de coacción institucional.

Entonces, ¿Sigue vigente el liberalismo, pese a la reciente crisis financiera que se propagó desde Wall Street? ¿Qué puede aportar a la economía de España?

Siempre me ha sorprendido que se acuse al libre mercado de la crisis financiera que hemos o estamos viviendo. Creo que nunca antes una mentira había sido repetida tantas veces. El sistema financiero podríamos decir que es el más intervenido del mundo y el polo opuesto al libre mercado.

A ver si me explico: los Estados, a través de los bancos centrales, tienen el monopolio de la emisión de moneda y son los que determinan la cantidad de dinero que se emite y los tipos de interés. Éstos se dedican durante años a expandir el crédito masivamente a bajos tipos de interés lo que produce una descoordinación en el mercado y una burbuja productiva que a su vez le sirve a los Estados para incrementar sus ingresos vía impuestos y expandir el gasto público hasta límites insospechados. Además, se le dan privilegios a la banca -rescates y refinanciación permanente-, que provoca junto con lo anterior un descalce de plazos por no estar sometidos entre otras cosas a la disciplina del mercado.

Y, resulta, que cuando todo esto salta por los aires, la culpa es del libre mercado, es decir, de la gente que no sabe coordinarse libremente intercambiando bienes y servicios. ¡Es que es increíble! La culpa es una vez más de la hiperregulación, lo que vivimos hace unos años no fue la caída del capitalismo, como algunos han llegado a asegurar, sino la del socialismo financiero. Ha sido una nueva caída del muro de Berlín en aquellos mercados donde sigue imperando la planificación central de los medios de producción como, por ejemplo, el financiero.

España está desgraciadamente a años luz todavía de ser considerado un país con una sociedad libre y prospera. La Comunidad Autónoma de Canarias, como hemos explicado, es quizás de las peores regiones en cuanto a libertades se refiere. Según el Index of Economic Freedom de la Heritage Foundation, nuestro país está en el puesto 49, muy lejos de las economías más libres y prosperas del planeta como son Singapur, Hong Kong, Australia, Suiza, Nueva Zelanda o Canadá. Además, según el índice, nuestro país estaría dentro de los más represivos o intervenidos en el mercado laboral, en fiscalidad o en gasto público. Si queremos que nuestra economía crezca, sea sólida y que el paro sea casi inexistente, es necesario mejorar en todos estos aspectos; mantenernos en el camino actual o andar en el sentido contrario, como están proponiendo algunos, nos llevará a padecer importantes dificultades económicas.





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