extraordinario artículo que refleja una realidad que no se quiere ver.
Los retos de Canarias para este 2015

Canarias comienza un año clave para el futuro de la economía y la sociedad. Este año se celebrarán unas elecciones decisivas por el calibre de los retos a que se enfrentan el partido que resulte vencedor. Todo parece indicar que 2015 puede ser el ejercicio en el que se consolide la recuperación. Pero hay que ser cautos: cualquier retorno al crecimiento ha de pasar ineludiblemente por que se rebaje la insostenible tasa de paro en Canarias. No hay una receta única para lograrlo, sino que esta ha de componerse de varios ingredientes.
Los responsables políticos, en primer lugar, han de apostar definitivamente por una apertura y liberalización de la economía. Canarias ha de ser receptora de inversiones, y el REF fiscal recientemente aprobado puede suponer un buen comienzo para lograrlo. Claro que el REF, el fiscal y el económico, no puede quedarse en el papel. Hay que trabajar por llevarlo a la práctica, algo en lo que han fallado lo sucesivos Gobiernos.
Aún así, no es suficiente. No es tarea del Gobierno canario decidir hacia adónde va la economía. Esta es tarea más bien de los mercados y las inversiones empresariales, y el papel gubernamental ha de ser el de propiciar el sustrato necesario para que estas inversiones florezcan y creen riqueza para la sociedad. Porque Canarias, y aquí juega un papel protagonista el nuevo Régimen Económico y Fiscal, ha de proponer facilidades fiscales y normativas para el desarrollo de actividades empresariales. Sobre todo dentro de la Sociedad de la Información, el conocimiento y las TIC, pero también en actividades portuarias y logísticas. Ha de ser el Ejecutivo quien facilite esta tarea de diversificación de la economía, y no el que decida cuáles llegan a buen puerto.
Canarias ha de reforzar su consideración de territorio de baja fiscalidad para atraer inversiones, sí. Pero no solo han de ser las empresas las que se beneficien de unos bajos impuestos. Esta baja fiscalidad ha de ampliarse al conjunto de la ciudadanía. No se puede seguir presionando a la población con impuestos, máxime en un momento marcado por el despilfarro de recursos públicos.
Las tasas de paro se reducirán y los salarios crecerán cuando la demanda de mano de obra comience a ser superior a la oferta. Y para ello resulta necesaria propiciar la creación de empresas e incrementar la flexibilidad laboral para que sea más fácil contratar. Es necesario, de esta manera, que se frene el intervencionismo y las trabas burocráticas innecesarias que dificultan la actividad empresarial, aumentando el coste de las operaciones y los servicios en las islas. Y es necesario, a su vez, que se reduzca el aparato de estado y se ponga fin al crecimiento de empresas públicas al servicio de los intereses de los gobernantes, que no hacen sino competencia desleal al sector privado consumiendo recursos de todos.
Este intervencionismo se observa, fundamentalmente, en nuestra principal industria: el turismo. Las injerencias del Gobierno canario durante estos últimos años, ejemplificadas en la llamada moratoria turística, han lastrado el desarrollo de Canarias como destino turístico, que ha perdido competitividad frente a sus rivales. Si las Islas se mantienen en cifras récord es, en buena medida, gracias al cierre de otros mercados y a los esfuerzos de muchos empresarios por mantenerse en primera línea. Urge abolir de una vez por todas la moratoria turística, una ley nefasta que ha cercenado el crecimiento de nuestra industria turística.
Este debe de ser el año en que el Gobierno ha de permitir que las islas compitan las unas con las otras por los turistas, y que sean ellas las que decidan sus modelos de explotación y cuáles son las armas que más les convienen para atraer clientes. La competencia en un mercado libre es la clave para el desarrollo.
El turismo como principal vía de ingresos es compatible con otras muchas industrias. Como por ejemplo el petróleo. El Gobierno canario actual y el nuevo que entre en primavera ha de abandonar la confrontación como herramienta de distracción y ha de abandonar este año este asunto como cortina de humo para ocultar para ocultar las carencias de su gestión. El Gobierno ha de dejar de usar el petróleo como elemento propagandístico, y dejar de seguir haciendo el ridículo, incluso después de tantos varapalos judiciales recibidos. Su labor es aprovechar las oportunidades que se presenten para el bienestar de la población. Y, por eso, su tarea ha de ser la de asegurarse que el archipiélago recibe un retorno adecuado de sus riquezas naturales, no solo el solo, y de preparar a la población para beneficiarse de los nuevos escenarios si se encuentran bolsas de crudo en nuestras costas.
Porque la educación ha de ser un eje central en este año que comienza. La apuesta decidida por las nuevas generaciones no puede quedarse en palabras. Esta es la gran tarea del Ejecutivo. Hemos de potenciar la formación profesional, trabajar para reducir el fracaso escolar, potenciar el bilingüismo y premiar los méritos académicos, modificar la manera en que nuestros alumnos aprenden. Cualquier esfuerzo al respecto ha de ser poco en este nuevo año que comienza, y el que se ha desplegado hasta ahora es del todo insuficiente.
Canarias cuenta con un potencial incalculable para que la recuperación se haga realidad este año. Es labor de todos aprovecharla y trabajar por el bien común.
extraordinario artículo que refleja una realidad que no se quiere ver.