Menos impuestos, más eficiencia en las administraciones y más poder adquisitivo para el ciudadano

El ministro de Hacienda y Administraciones Públicas, Cristóbal Montoro, ha explicado a la Comisión Europea que las Comunidades Autónomas tienen margen para subir determinados impuestos, de modo que de esta manera puedan cumplir con los objetivos de déficit, cifrados en un 0,7% del PIB. En concreto, Montoro asegura que “existe margen de recaudación en las CCAA” en figuras fiscales como el Impuesto de Transmisiones Patrimoniales; en Actos Jurídicos Documentados; en Impuesto de hidrocarburos y en el Impuesto sobre determinados medios de transporte.
Los gobernantes mantienen una tendencia a incidir cada vez más en incrementar impuestos, en vez de centrarse en reducir el brutal gasto público, producto de una absoluta falta de eficiencia en las administraciones publicas, de duplicidades innecesarias entre administraciones y de trabas burocráticas encaminadas únicamente a alimentar a un absurdo número de funcionarios. Así las cosas, la justificación sigue siendo la misma: las administraciones han de estirar el chicle de la ciudadanía para recaudar más y poder seguir, o incluso incrementar, sus despilfarros.
Los españoles han sufrido en los últimos años una desmedida alza de impuestos. Y los canarios, en particular, ya están en la actualidad entre los que más impuestos pagan en concepto de IRPF en el conjunto del Estado en casi todos los tramos. Por si esto no fuera suficiente, el presidente de la Comunidad Autónoma, Paulino Rivero, es el único de entre todos los mandatarios autonómicos que tiene planes de incrementar aún más esta partida.
A esta realidad es a la que se le quiere añadir la mayor presión fiscal que propone el ministro Montoro. Una realidad que resulta aún más dolorosa si se tiene en cuenta que antaño, los canarios gozábamos de ventajas fiscales, como una completa exención del impuesto de hidrocarburos, que ahora están en manos del Gobierno Autónomo para su libre despilfarro.
El CIRCULO DE EMPRESARIOS DE GRAN CANARIA ya ha asegurado en repetidas ocasiones que la labor del Ejecutivo no debería ser la de subir impuestos, sino, más bien al contrario, ser más eficiente con lo que hace con sus ingresos, adecuar el tamaño de las Administraciones a las necesidades reales de la región, suprimir gastos superfluos, crear un entorno donde prime la competencia y no el proteccionismo y permitir que los empresarios creen economía y puestos de trabajo y que, sobre todo, el ciudadano tenga más poder adquisitivo y más liquidez para que sea él quien decida dónde se gasta el dinero. Y no al revés.
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