Nuestro objetivo: crear empleo. ¿Y el del Gobierno?

El cuadro que se adjunta en la noticia ha sido elaborado por la Comisión Europea. Es una clasificación de los 28 municipios europeos con las tasas de paro más elevadas en toda la UE (aquí la puedes ver en detalle). Los datos se remiten a 2012, pero cuesta pensar que estas cifran hayan experimentado mejorías desde entonces. Más bien al contrario.
Mirar la clasificación constituye una práctica dolorosa: la lideran dos localidades canarias, Santa Lucía de Tirajana y Arrecife, con tasas de desempleo superiores al 40%. Otras dos más, Telde y Las Palmas de Gran Canaria, se cuelan en el top 12 con tasas de 33,9% y 29,6%. San Cristóbal de la Laguna y Santa Cruz de Tenerife completan esta bochornosa clasificación, con un 26,2% y un 26,5% de desempleo.
El drama del paro tiene muchos nombres. Pero constituye un recurso desgraciadamente habitual el culpar de las altas cifras de desempleo a una supuesta escasa voluntad por parte de los empresarios de generar puestos. Y esta es una afirmación rotundamente equivocada. La amplia mayoría de empleadores arriesgan su dinero y dedican la mayor parte de sus esfuerzos para sacar adelante iniciativas. A cambio, esperan obtener beneficios. Esta no solo no es una práctica condenable, tal y como se suele hacer con demasiada frecuencia, sino que es deseable y positiva para la prosperidad de un país. Porque sus negocios proporcionan empleo a muchas familias e ingresos a las arcas públicas en forma de impuestos.
Los empresarios y directivos que forman parte del CÍRCULO DE EMPRESARIOS DE GRAN CANARIA dan trabajo a alrededor de 15.000 personas de forma directa. Estas cifras por sí solas deberían ser suficientes para librar a la organización de toda sospecha tanto de carecer de voluntad de crear empleo como de no haber hecho esfuerzos para conservar la mayor cantidad de trabajos en estos años de dura crisis.
Porque obtener beneficios con la actividad empresarial permite, además, la reinversión. La amplia mayoría de empresarios buscan seguir invirtiendo y generando riqueza, tanto para sus empresas como para el conjunto de la sociedad. Buscan volver a crear empleo.
Para ello resulta necesaria la recuperación de la actividad económica y el consumo, sí. Pero también hace falta la voluntad política de permitir la actividad empresarial y la inversión. Resulta necesario que el Gobierno deje de constituir un freno para las iniciativas empresariales. El Ejecutivo canario debe dejar de impedir el desarrollo del turismo canario con legislaciones fuera de toda lógica como la moratoria turística, que no permite que Gran Canaria cubra la demanda, y cierra la puerta a un valioso recurso para luchar contra el paro como es la construcción.
El Ejecutivo que preside Paulino Rivero con el apoyo del PSC-PSOE, o el que le sustituya después de los comicios de 2015, debe poner fin a esta administración complicada y laberíntica en la que cada vez nos vemos menos representados. Urge generar un clima de confianza, acabar de una vez con las duplicidades y aligerar urgentemente y de forma radical las engorrosas trabas administrativas que amenazan cualquier emprendimiento.
Y, sobre todo, el Gobierno canario ha de dejar atrás su tendencia hacia las políticas populistas y concentrar sus esfuerzos a la tarea de que todos los canarios puedan trabajar. Debe olvidarse de alimentar, por motivos personales e individualistas, el debate sobre las prospecciones petrolíferas, y dejar de gastar recursos públicos en cuitas que siembran de crispación la sociedad y desvían el foco de atención de lo verdaderamente importante: crear empleo.
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