Por qué la moratoria es perjudicial, en cinco claves

1. ¿Qué es la moratoria turística? En mayo de 2013, el Gobierno canario aprobó la Ley de Modernización y Renovación Turística, conocida como la ‘tercera moratoria turística’, tras las de 2003 y 2009. Su objetivo: impedir el nuevo crecimiento alojativo e impulsar la renovación del existente. ¿Cómo?
- Solo permite la construcción de nuevos hoteles si son de cinco estrellas.
- Establece unos criterios para la rehabilitación de los establecimientos obsoletos
2. ¿Hacía falta una moratoria? No. Actualmente, más del 85% del suelo canario está protegido. El turismo apenas cubre el 4% del suelo total y ya existían planes urbanísticos que controlaban el crecimiento. Y, por si esto fuera poco, se olvida algo: en Canarias hay un 30% de paro, y hacen falta todos los recursos a nuestro alcance para solventar esta tragedia. La rehabilitación por si sola no genera suficiente empleo.
3. ¿Cuál es el problema? La mayor parte de turistas que nos visitan pide hoteles tres y cuatro estrellas. Precisamente las que el Gobierno ha prohibido construir. Las islas no tienen una oferta homogénea: Tenerife y Fuerteventura cuentan con una cantidad aceptable de estos hoteles. Gran Canaria, no. Es decir, el Gobierno interfiere en el mercado imponiendo una receta para todos por igual, cuando cada destino es distinto.
Y, como consecuencia, Gran Canaria no solo no ha mantenido su oferta, sino que la ha perdido: 30.000 camas menos en 10 años; 1.400 en solo un año. La isla pierde mercado a manos de las otras. No solo sufre Gran Canaria: Canarias es, por culpa de la moratoria, un destino menos competitivo frente a sus rivales en el mundo, que sí se renuevan continuamente.
4. ¿Ha logrado la ley que se rehabilite más?
La respuesta es clara: NO. Por varios motivos.
- La ley no aporta beneficios para que se acometan reformas. La mayor parte de las que se acometen las llevan a cabo grandes cadenas hoteleras y se habrían hecho con independencia de la moratoria.
- La moratoria no es más que una política proteccionista que favorece los intereses existentes. Al frenarse la competencia, se crean oligopolios artificiales. Y cuando no hay competencia, no hay necesidad de mejorar las oferta.
5. ¿Qué alternativa propone el Gobierno? Más intervencionismo y arbitrariedad. El Gobierno revisará la ley y asegura que permitirá construir hoteles de cuatro estrellas, siempre cumplan unos criterios de calidad que se fijarán en más y más nuevos reglamentos. Algo innecesario: ya existen suficientes criterios de calidad para nuevos hoteles en la normativa actual. En concreto una suma de más de 17 textos, entre leyes y decretos, que regulan desde los metros cuadrados de solar por cama (Ley 7/1995) hasta algo como los vatios del secador de pelo de la habitación del hotel (decreto 142/2010).
Es decir, la reforma persigue lo mismo que las tres moratorias anteriores: controlar la economía, interferir en el mercado para poder decidir qué inversiones salen adelante y cuáles no. Por ello, urge no ya modificar, sino derogar la moratoria.
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